CRITERIOS DE EVALUACIÓN

Los criterios de evaluación curricular en los que está basada esta unidad didáctica son:

• Reconocer el bautismo como medio para formar parte de la iglesia.
• Observar y comprender los signos presentes en la liturgia bautismal.

Así mismo, estos criterios están relacionados con los siguientes estándares de aprendizaje evaluables:

• Conocer y explicar con sus palabras el sentido del bautismo.
• Identifica a los padres, padrinos, presbíteros, bautizados como pueblo generado por Jesús.
• Asociar los elementos materiales del agua, la luz y el óleo con su significado sacramental.

Los criterios de evaluación específicos para esta unidad didáctica son:

• Reconocer que la iglesia es la familia de los hijos de Dios
• Describir y respetar las distintas prácticas religiosas y su sentido, culto oración etc.
• Saber situar algunos símbolos religiosos en la fiesta y entornos.
• Identificarse como miembro de una gran familia y de la gran familia que es la Iglesia.
• Comprender el rito del sacramento del Bautismo como puerta de entrada la gran familia que es la Iglesia.
• Saber describir e, incluso, reproducir, los ritos fundamentales de la celebración del bautismo.
• Saber razonar por qué se usa el agua, el oleo y la luz en el bautismo, relacionando el símbolo con su significado.
• Entender cuál es la responsabilidad que adquieren los padres cuando piden el bautismo para sus hijos. 
• Extraer algunos compromisos del bautizado: ser amigo de Jesús y amar a Dios y al Prójimo.

Técnicas e instrumentos de evaluación:

La evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado será continua y global, teniendo en cuenta su progreso a lo largo de la unidad didáctica. Vamos emplear como instrumentos principales la observación sistemática en clase de la participación del niño, el interés y su trabajo diario en el el aula. Así como pruebas, fichas y trabajos realizados en clase que permiten evaluar la adquisición de los contenido aprendidos y vividos pues este área se trabaja no sólo con contenidos conceptuales, sino también con contenidos actitudinales, integrados en la persona del alumno cuyo ejemplo más palpable es la vida, la palabra y las enseñanzas del Jesús, nuestro gran maestro.